28 de agosto de 2013 (pt.1)

19:35
Ya hemos vuelto de la expedición.
Salimos hacia las ocho de la mañana, los cuatro subimos la rambla con mucho cuidado con no alertar a ningun no-muerto, al llegar a la altura del OpenCor, el presidente y su hijo entraron.
Jaime y yo continuamos hasta llegar a Alfonso X el sabio. La calle estaba llena de coches estrellados y con no-muertos aún con los cinturones puestos, algunos tenian trozos del chasis clavados en el cuerpo, otros tenian tiros en el pecho; pero todos pataleaban dentro de sus ataudes de metal. Por la calle, habian cadaveres que estaban siendo devorados por los cuervos, que estan teniendo su agosto con esta epidemia, a algunos no-muertos les faltaban las piernas y se arrastraban por la calle, desorientados, como el resto de no-muertos.
Mantuvimos el perfil bajo hasta llegar a la farmacia de la calle Castaños, en el hotel que hay de camino se puede ver como si los no-muertos buscaran una forma de salir de alli, aporreando las puertas y ventanas. La farmacia ya la habian saqueado, pero aún quedaban un par de inaladores y algun que otro antibiotico, yo me guardé una caja de ibuprofeno para mi. Tras meterlo "todo" en la mochila de Jaime, nos dirigimos hacia el OpenCor para reunirnos con el presidente y su hijo.